Hace tiempo escribí en el blog sobre una de las ventajas de usar Google Drive para gestionar documentación en la nube: el control de versiones de un mismo documento.
Al acceder hoy a Drive, me han propuesto probar la nueva versión de la aplicación y he decidido echarle un vistazo. En el vídeo promocional indican que es más rápido, más ágil, más cómodo... Pero lo que pronto he descubierto es que también es más limitado, al prescindir de una de -en mi opinión- mejores funcionalidades: el control de versiones.
Al acceder hoy a Drive, me han propuesto probar la nueva versión de la aplicación y he decidido echarle un vistazo. En el vídeo promocional indican que es más rápido, más ágil, más cómodo... Pero lo que pronto he descubierto es que también es más limitado, al prescindir de una de -en mi opinión- mejores funcionalidades: el control de versiones.
Dear Google:
Bring back our revision control, please!!
Mientras pueda, seguiré utilizando la versión clásica de Google Drive, pero se que antes o después la actualización no será opcional... Sólo espero que para entonces Mr.Google haya incluido la opción de gestionar de nuevo las versiones de nuestros documentos en Drive.
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